«Spear phishing»: el engaño que llega “a medida de la víctima» y cómo defenderse

El «spear phishing» es un tipo de fraude digital en el que el atacante prepara mensajes personalizados —por correo electrónico, mensajería o redes sociales— usando datos reales sobre la víctima (su puesto de trabajo, colegas, actividades, intereses, vínculos familiares). A diferencia del phishing tradicional (mensajes idénticos enviados en grandes cantidades), el spear phishing adapta el contenido para hacerlo creíble: menciona un proyecto en curso, el nombre del jefe, un proveedor habitual o un link a un supuesto documento importante.
Este método se destaca por su eficacia y los riesgos que genera. Su principal amenaza radica en la alta tasa de éxito: al personalizar los mensajes con información real de la víctima, disminuye la sospecha y aumenta la probabilidad de que la persona haga clic en un enlace o responda.
Además, un solo clic puede dar acceso a recursos sensibles, permitiendo que se instalen troyanos, se roben contraseñas o se realicen movimientos de dinero desde cuentas corporativas. Esto puede derivar en daños económicos y operativos significativos, desde pérdidas directas por fraude hasta costos de recuperación, paralización de servicios e incluso multas por incumplimiento de normativas.
El impacto no se limita al aspecto financiero: también existe un fuerte riesgo reputacional, ya que empresas y profesionales pueden perder la confianza de clientes y socios si ocurre una brecha. Por último, el efecto puede propagarse: una cuenta comprometida puede ser utilizada para lanzar ataques a contactos, generando un compromiso en cadena.
Detectar un spear phishing no siempre es fácil, pero existen indicadores que ayudan a identificarlo como, por ejemplo: «mensajes con urgencia inusual», «peticiones fuera de lo habitual» o «archivos adjuntos sospechosos».
“El spear phishing es especialmente peligroso porque combina ingeniería social con información real de la víctima, lo que lo hace muy convincente. Un solo clic puede comprometer cuentas, robar datos sensibles y generar pérdidas económicas y reputacionales significativas. La prevención depende tanto de la conciencia de cada usuario como de la implementación de medidas de seguridad efectivas”, explica Carlos Beltrán Rubinos, director de operaciones de Verisure Argentina.
Cómo prevenirlo: medidas personales y técnicas
- Dudar de lo urgente: antes de ejecutar transferencias o abrir adjuntos, confirmar por teléfono o por otro canal con la persona que supuestamente lo envía.
- Verificar remitentes y enlaces: pasar el cursor sobre el link para ver la URL completa.
- Usar contraseñas únicas y robustas (gestor de contraseñas recomendado).
- Formación continua: informarse sobre técnicas de ingeniería social y practicar con simulacros.