Oil & Gas: la sala ejecutiva como centro de comando crítico

Oil & Gas: la sala ejecutiva como centro de comando crítico

En la industria del Oil & Gas, donde los márgenes de error son mínimos y la volatilidad es la norma, las salas ejecutivas han dejado de ser simples lugares de reunión. Hoy, se han transformado en plataformas críticas de gestión esenciales para la supervivencia y el crecimiento del negocio.

Un informe de Deloitte sobre las perspectivas del petróleo y el gas para 2025 señala que las compañías están priorizando inversiones en nuevas tecnologías para mantener la competitividad. Pero esas tecnologías necesitan espacios que las contengan y las potencien: salas preparadas para coordinar crisis, visualizar datos en tiempo real y conectar equipos distribuidos con precisión. Todo ello con la imposibilidad de frenar la producción y la toma de decisiones.

Según Frost & Sullivan, el mercado global de dispositivos de videoconferencia superó los US$ 3.800 millones en 2024 y se espera que crezca más del doble hacia 2029, impulsado por la transformación de los espacios de reunión. Este cambio no tiene que ver con la estética, sino con la necesidad de operar sin interrupciones y de tomar decisiones con información confiable y disponible al instante.

Nuevos estándares, nuevas exigencias

Una sala de dirección moderna en una empresa energética debe poder garantizar sesiones críticas de varias horas, bajo condiciones técnicas exigentes. No se trata solo de tener pantallas o una buena cámara: se trata de que el espacio permita gestionar operaciones que no pueden fallar.

Hoy se requieren sistemas de videoconferencia profesionales, con cámaras PTZ, códecs licenciados y una configuración acústica optimizada. También procesadores de video que administren múltiples fuentes, visualización simultánea de datos, alertas, cámaras y presentaciones en tiempo real.

La infraestructura debe incluir racks industriales, cableado estructurado certificado, UPS redundantes y control centralizado. Todo esto en un entorno ergonómico, que permita jornadas de decisión extensas para quienes trabajan en esas salas,  sin distracciones ni fricciones técnicas.

La interoperabilidad también es clave. Una sala ejecutiva no debe estar aislada: debe comunicarse con salas de crisis, monitoreo, capacitación o control. Esa conexión es la que permite escalar una respuesta, coordinar a distancia y tomar decisiones rápidas con el mismo nivel de información que si se estuviera en campo.

Un caso concreto: CGC junto a Newtech Group

Compañía General de Combustibles (CGC) decidió rediseñar por completo su ecosistema de salas ejecutivas con el apoyo de Newtech Group. El despliegue abarcó el diseño, instalación e integración de soluciones tecnológicas en múltiples espacios, cada uno con requerimientos operativos específicos. Entre los entornos intervenidos se destacan:

  • 28 Salas Mochila, concebidas para reuniones ágiles con integración directa a Microsoft Teams.

  • 58 Oficinas Gerenciales y 6 Áreas Generales, que incorporaron equipamiento para encuentros híbridos y presentaciones cotidianas.

  • 1 Sala Divisible, tipo auditorio, formada por cinco módulos que pueden operar de forma individual o combinarse dinámicamente mediante un sistema táctil intuitivo.

  • 2 Salas Board, 2 Oficinas de Directorio y 1 Sala CAVA, diseñadas para presentaciones estratégicas y videoconferencias de alta exigencia técnica.

  • 1 Sala de Monitoreo, núcleo operativo con visualización LED y control centralizado para supervisar en tiempo real las operaciones de la compañía.

El enfoque técnico de Newtech Group integró plataformas de colaboración de Microsoft Teams Rooms con sistemas de audio, video y control de alta gama. Cada sala fue diseñada en función de su uso real y cotidiano, que incluye presentaciones ejecutivas hasta tareas de monitoreo continuo. La premisa fue clara: asegurar una experiencia fluida, confiable y sencilla, sin resignar la calidad técnica.

Un aspecto clave del proyecto fue la reutilización de parte del equipamiento preexistente. Esto permitió optimizar los recursos y acelerar la integración. Al mismo tiempo, se renovó por completo el cableado estructurado y se incorporaron componentes nuevos donde era necesario. Todo el proceso se llevó a cabo en etapas, entre enero  y agosto de 2025, sin interrumpir la dinámica operativa de CGC.

Los beneficios fueron concretos y visibles: estandarización de la experiencia de reunión en todos los espacios, mayor coordinación entre equipos técnicos y directivos, reducción de tiempos de preparación técnica y una mejor adopción de los modelos híbridos. Además, el diseño modular de las soluciones permitirá escalar la infraestructura tecnológica en el futuro, sin necesidad de reformular todo el sistema.

Para Newtech Group, se trata de un caso emblemático que refleja su modelo de trabajo: integrar tecnología, estrategia y ejecución, acompañando a las empresas en su avance hacia espacios de trabajo más conectados, híbridos y eficientes.

Lo que dice el sector

Un informe de Deloitte sobre transformación digital en Oil & Gas señala que las compañías que adoptan tecnologías de automatización y analítica avanzada logran incrementos de hasta un 30% en productividad operativa, gracias a la reducción de tiempos muertos y la optimización de procesos críticos.

En el mismo sentido, la digitalización de operaciones industriales puede generar ahorros de entre un 10% y un 20% en costos operativos, además de mejorar la seguridad y la resiliencia de las plantas. Un estudio de PwC sobre entornos colaborativos digitales indica que las empresas que integran plataformas de trabajo conectadas reportan mejoras de hasta un 40% en eficiencia, al facilitar la coordinación entre equipos distribuidos y acelerar la toma de decisiones.

De acuerdo con Accenture, la automatización inteligente aplicada a sectores intensivos en activos como Oil & Gas permite reducir errores humanos en más de un 25%, al integrar múltiples fuentes de datos en tiempo real y estandarizar configuraciones críticas.

De cara al futuro

La tendencia es clara: las salas ejecutivas dejarán de ser espacios estáticos. El avance de sensores, operaciones remotas y monitoreo 24/7 exige que las salas estén preparadas para operar como nodos de decisión en tiempo real.

Además, el trabajo híbrido llegó para quedarse. Y en sectores donde la presencialidad total no siempre es posible, el espacio de trabajo debe asegurar calidad, seguridad y continuidad operativa sin importar dónde estén los interlocutores.

Una sala ejecutiva bien diseñada no es una inversión decorativa. Es una herramienta de gestión estratégica. Define la calidad de las decisiones, la velocidad de respuesta ante contingencias y la posibilidad de integrar equipos técnicos y directivos en un mismo ecosistema.

Empresas como CGC ya lo entendieron. Y no es casual: en una industria donde cada segundo cuenta, contar con el espacio adecuado puede marcar la diferencia entre reaccionar o anticiparse. Eso también es parte del negocio energético.

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