«La culpa de nada» se proyecta en el cine Gaumont

ESTRENO EN CINE GAUMONT:
15 DE AGOSTO
Proyecciones del 15 al 21 de agosto a las 22 HS
Calificación: SAM 13
Duración: 100 min.
Una pareja está en crisis luego del reciente nacimiento de su primera hija. Ella prepara un cumpleaños sorpresa con la intención de salvarlo todo, pero los invitados, amigos de él, solo lo complican.
Las circunstancias no ayudan con la velada: Un partido de fútbol definitorio que algunos quieren ver, la pequeña hija que duerme en el cuarto y nadie debe despertar, y una extraña invitada italiana que los varones conocieron recientemente en un viaje a Córdoba, tensan la espera de la noche al máximo.
El agasajado, por misteriosas razones, se retrasa más de la cuenta. Cuando finalmente llega, ese hogar se transforma en un campo de batalla donde estos adultos inmaduros parecen ser capaces de todo con tal de seguir sosteniendo la apariencia de ser feliz.
Una comedia dramática incómoda en la que, cuando la bomba estalle, nadie querrá tener la culpa de nada.
E L E N C O
Manuel Vignau
Julieta Petruchi
Victoria Hladilo
Julian Doregger
Debora Zanolli
Martín Tecchi
Leonardo Azamor
Amalia Dalí
Con la participación de:
Mariana Genesio Peña
Denise Romano
Andrea Strenitz
E Q U I P O T É C N I C O
DIRECTORA: Victoria Hladilo
PRODUCIDA POR: La Flauta Mágica, Katpa Cine, Cedarleaf Media
PRODUCTORES: Manuel Vignau, Victoria Hladilo, Lucas Schiaffi, Pablo Dana
GUION: Victoria Hladilo
DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA: Lucas Schiaffi
MONTAJE: Paula Rupolo ADF, Victoria Hladilo
ASISTENTE DE DIRECCIÓN: Estanislao Buisel Quintana
MÚSICA: Gabriel Chwojnik
SONIDO: Gabriel Ruiz Díaz, Lucas Echeverria, Ignacio Viano
DIRECCIÓN DE ARTE: Margarita Tambornino
MAQUILLAJE: Paula Righi
DISTRIBUYE: SANTA CINE
F I C H A T É C N I C A
Argentina, 2024
Duración: 97 min.
Formato: DCP
A C E R C A D E L A D I R E C T O R A
Victoria Hladilo
Escribí y dirigí varias obras de teatro, que se sostuvieron en la cartelera porteña durante años. Son materiales que están cerca del audiovisual. La Sala Roja, mi primera obra, vendió sus derechos para hacer la versión cinematográfica y se realizó su versión de serie en Brasil. Así me inspiré para comenzar a trabajar en la adaptación de La Culpa de Nada.
Al transformarse en película, la historia tomó cuerpo y densidad. La trama pone de relieve la hipocresía, el destrato y la enorme dificultad que a veces tenemos para sostener los vínculos de pareja y de amistad. Pone en crisis el desaprender y buscar nuevas formas de relaciones para las generaciones que pasaron los 30 años.
Escribir una película es para mi indagar en un asunto que me atraviesa. Me atrae divertir, entretener (tener entre), pero al mismo tiempo siempre termino metiendome en una profunda indagación sobre quienes estamos siendo: como seres humanos que se vinculan, que queremos amar y no sabemos; como sociedad llena de egoísmo y violencia, que lejos de mermar parece profundizarse más. Me gusta reír y divertirme, al mismo tiempo que arrastro indefectiblemente en una mirada cruel y pesimista.
El material se va armando como un juego. Es un desafío para mí construir personajes adorables y despreciables a la vez. Generar empatía para habilitar que comiencen a accionar más allá de lo que esperamos, o de lo que está permitido en nuestra sociedad. E incluso allí los acompañemos. Los juzguemos y los acompañemos igual.
Elegir una pareja, armar una familia y sostenerla a lo largo del tiempo, es un desafío. El proyecto familiar implica, a la vez, una felicidad y un sacrificio. Ceder espacios personales para darle lugar al otro, implica también aceptar, festejar y abrazar el mundo que trae consigo. Esta película plantea un quiebre entre los mundos de una pareja. También entre los roles que vamos construyendo y teniendo que soltar a lo largo de nuestra historia.
Lo femenino y lo masculino en jaque a través de una mirada sobre la pareja, la familia, los amigos y aquellos roles sociales que adoptamos de pequeños y a veces seguimos sosteniendo, aún sin quererlo, por mucho tiempo y hasta por siempre».
Consideramos además este proyecto como un pilar para lo autogestivo, en un contexto en nuestro país donde las ayudas para la producción cultural se han devastado. Fundamental buscar los modos para sostener la producción y motivar a los artistas a seguir construyendo cine y cultura.