El 3 de octubre estrena “Algún Día, En Algún Lugar”, documental de Ricardo Preve, en el Cine Cosmos.
“Este documental nace de una experiencia personal: mi propio viaje como inmigrante en 1976, en dos pequeños barcos a vela (de Buenos Aires a África, y de África a Estados Unidos), sin visa, sin pasaporte, sin dinero y con un pésimo inglés. Y, también, desde una mirada retrospectiva: cómo hoy los inmigrantes en Estados Unidos son recibidos con mucha discriminación y racismo, y el contraste con un pasado abierto y hospitalario que ya no existe más”, añade Ricardo Preve sobre la decisión de hacer este documental.
Conocemos a inmigrantes latinoamericanos en Estados Unidos, quienes nos cuentan acerca de cómo se escaparon de la pobreza, de la violencia y del crimen en sus países de origen. Para la mayoría de ellos emigrar no es una elección, es una necesidad para sobrevivir.
Vemos otros ejemplos de migraciones forzadas en la historia de los Estados Unidos como la diáspora de los irlandeses en el siglo XIX, y la odisea de los esclavos afroamericanos.
Escuchamos sobre los desafíos de vivir como indocumentados en los Estados Unidos y cómo muchos inmigrantes son explotados y discriminados.
Por otra parte, vemos la resiliencia y la esperanza de los inmigrantes latinos, quienes no se rinden en su lucha por conseguir el sueño de vivir dignamente y en paz.
2024 – Argentina
Filmado en Virginia, Estados Unidos
DURACIÓN: 97 minutos
GÉNERO: Documental
GUION Y DIRECCIÓN: Ricardo Preve
PRODUCTORES EJECUTIVOS: Sergio Albertoni, Avery Chenoweth
PRODUCTORES ASOCIADOS: Ramón Cardini, Stefan Bechtel
FOTOGRAFÍA: Leonardo Val
MÚSICA: Andrés Rubinsztejn
SONIDO: Sebastián Lipszyc
DIRECTORA DE ARTE: Graciela Fraguglia
EDICIÓN: Gustavo Despouy
SUPERVISOR DE POSTPRODUCCIÓN: Fernando Iguacel
JEFE DE PRODUCCIÓN: Bautista Cardini
JEFA DE ADMINISTRACIÓN: Lillian Roldán
IDIOMAS: Español e Inglés
Sonido estéreo, formato 16:9, disponible en DCP
Producido por Esto del Cine SRL
A C E R C A D E L D I R E C T O R
Ricardo Preve
Ricardo Preve nació en Buenos Aires, Argentina el 24 de octubre de 1957. Estudió en Argentina, Italia, y Estados Unidos. Obtuvo su título de Ingeniero Agrónomo y Master Ingeniero Forestal de Virginia Tech en Blacksburg, Virginia, Estados Unidos. Después de 20 años como gerente de empresas agroforestales, empezó su carrera de cine en el 2001. Desde entonces sus películas han participado en festivales de cine en todo el mundo, y han ganado numerosos premios internacionales.
Ver el listado de premios y reconocimientos recibidos Aquí
Preve es miembro de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina, y de Directores Argentinos Cinematográficos (DAC).
Sus producciones se realizan a través de su empresa Esto del Cine S.R.L. en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
N O T A S D E L D I R E C T O R
Las historias de inmigrantes que son forzados a escapar a Estados Unidos debido al cambio climático, la violencia del narcotráfico y la pobreza, son únicas para cada individuo, pero forman una red de senderos comunes de miedo, coraje y esperanza.
Algún Día, En Algún Lugar es un largometraje documental que busca devolverle la dignidad a inmigrantes indocumentados latinoamericanos, actualmente denegada en la sociedad de los Estados Unidos de Norteamérica.
El documental busca transformar a extranjeros anónimos, sin rostro, en personas reales, mostrando sus temores, sus esperanzas y sus objetivos de vida. De esta forma los espectadores entenderán que la mayoría de los inmigrantes indocumentados son, en realidad, una fuerza positiva en la sociedad.
Antecedentes: Nació, y se transformó, en un proyecto de largometraje documental a partir de una reciente lectura de “Las Uvas de la Ira”, novela escrita por el estadounidense John Steinbeck (1939). La obra fue adaptada al cine al año siguiente, con la actuación de Henry Fonda, bajo la dirección de John Ford.
Me llamó la atención cómo en la novela de Steinbeck (y también en su anterior trabajo de investigación periodística, “Los Gitanos de la Cosecha” para el diario San Francisco Chronicle, sobre el mismo tema de los trabajadores rurales golondrina en California) los granjeros del medio-oeste norteamericano son presentados como verdaderos héroes nacionales, pobres y sin tierra, pero honestos, trabajadores y amantes de su familia.
Otro libro que me impactó mucho fue “Cuyos Nombres Son Desconocidos”, una novela de la escritora Sanora Babb. Las fuertes similitudes con el libro de Steinbeck (que algunos atribuyen a un descarado plagio de parte de Steinbeck) refuerzan el concepto de las migraciones humanas como el resultado de eventos catastróficos forzados sobre poblaciones que no pueden escapar de sus efectos.
En estos trabajos los inmigrantes son los héroes, obligados a irse de sus tierras en Oklahoma y de otros estados del medio-oeste estadounidense, para mudarse a California en busca de trabajo por lo que hoy llamaríamos el cambio climático global: las grandes tormentas de tierra que los expulsaron de sus comunidades se originaron por la combinación de sequías particularmente severas y de malas prácticas agrícolas.
Sin embargo, hoy los inmigrantes latinoamericanos que han sido forzados a dejar sus países y buscan trabajo en Estados Unidos debido a las tormentas tropicales y a los huracanes que azotan cada vez con mayor intensidad y frecuencia, o a la persecución política, o a la violencia de los carteles del narcotráfico, son considerados malvados y no héroes.
Se los llama con el término despectivo “illegal aliens”, que se podría traducir como “extra-terrestres ilegales”, demonizados por políticos oportunistas y por algunos medios de comunicación; se los culpa por muchos de los problemas de la sociedad (incremento de la criminalidad, descenso de los valores inmobiliarios, exceso de demanda de los servicios sociales, etc.), así como los despectivamente llamados “Okies” fueron acusados en los años 1930.
El trabajo de Steinbeck, junto al de otros, mostró sin lugar a duda la falsedad de culpar a los trabajadores inmigrantes por los problemas que surgieron durante la Gran Depresión a principios del siglo XX en Estados Unidos.
En una forma similar, Algún Día, En Algún Lugar pretende mostrar la injusticia histórica que se practica hoy sobre los inmigrantes indocumentados que buscan trabajar y criar a sus familias en Estados Unidos.
Enfoque: En 2021, se produjo un adelanto del documental con la colaboración de estudiantes de cine. Durante esta fase preliminar se descubrió un grupo de inmigrantes que son particularmente vulnerables a ser explotados.
Las mujeres, en particular aquellas oriundas de países más al sur de México (Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, etc.) enfrentan el desafío adicional de tener que atravesar múltiples fronteras, mientras que las mujeres mexicanas sólo deben cruzar un límite internacional para llegar a los Estados Unidos.
Una vez que estas mujeres son expulsadas de los Estados Unidos a México, se encuentran en un país extranjero, con escasa o nula protección diplomática; y en esa situación devienen fácil presa de los carteles de drogas y otras organizaciones criminales, que abusan de ellas llevándolas a la prostitución, al tráfico de armas y drogas, y otras violaciones de los derechos humanos.
Para proteger la privacidad de aquellos inmigrantes que estuvieron de acuerdo con participar en el proyecto documental, alquilamos un espacio comercial en la zona de Charlottesville, Virginia, y lo usamos como una combinación de oficina de producción-estudio de filmación.
El estudio fue decorado como una sala de estar para proveer a los participantes de las entrevistas un refugio donde fueron bienvenidos, con privacidad y seguridad, para compartir sus experiencias con nosotros.
El estudio fue usado como refugio de filmación en caso de mal tiempo, y permitió grabar con buena calidad técnica de audio las entrevistas que arman el eje narrativo del documental. Contar con un espacio pre-iluminado también mejoró la eficiencia productiva del documental.
Consideraciones estéticas: El documental fue filmado con dos cámaras (Sony FX6 y Sony FX3), y desde el principio del rodaje se aplicó un efecto L.U.T. para ser visto en blanco y negro.
Esta elección estética fue tomada con la expresa intención de despojar al documental de cualquier pretensión de que las cosas sean “lindas” o estén bien: la intención es dar un golpe fuerte al espectador, forzar la atención sobre los personajes, y no sobre su entorno.
Espero que la elección del blanco y negro remita a algunos de los grandes fotógrafos del pasado, a quienes admiro, y que han hecho un gran trabajo para ilustrar estas problemáticas. Principalmente, la enorme Dorothea Lange y sus fotos de inmigrantes del medio-oeste estadounidense en la costa oeste de los Estados Unidos.
Hemos adquirido de Getty Images el uso de tres fotos de autoría de la Sra. Lange, que fueron usadas para decorar el set y como marcadores de cada capítulo.
Durante el rodaje se hicieron planos bastante cerrados, para introducirse en las mentes de los personajes. Haber filmado con dos cámaras nos permitió cortar de un plano cerrado a otro más abierto con facilidad, sin problemas de continuidad.
Sabiendo ya antes de la producción que el documental iba a ser filmado en blanco y negro, pudimos planificar el amoblamiento y la decoración del estudio de filmación en una escala de grises, sin importar los colores.
Los personajes, como en todos mis documentales, hablaron en el idioma en el que se sintieron más cómodos, que fue mayormente (aunque no siempre) español. Todas las grabaciones de sonido fueron directas en el set y en las locaciones, con solo un mínimo de doblaje.
Para proteger la estética de la fotografía del documental, no imprimimos ningún texto sobre las imágenes, excepto para los créditos de apertura y los títulos de cierre. Por lo tanto, los personajes se presentan verbalmente en el documental y no con textos sobreimpresos, que es lo que normalmente se hace en un documental.
En el caso de los inmigrantes, esperamos hasta los créditos finales para identificarlos (siempre verbalmente), para enfatizar que sus identidades no son tan relevantes para el mensaje principal, ya que lo que realmente importa son sus historias, con atributos que trascienden lo específico de los casos individuales.
Usamos un “interrotron”, un armado de video con dos monitores que les permitió a los inmigrantes “romper la cuarta pared” y hablar directamente a cámara, así como compartir sus historias con el público estadounidense de una forma más efectiva y enfocada.
Los personajes no inmigrantes (médicos, abogados, etc.) fueron entrevistados usando el clásico arreglo de contestar las preguntas de un entrevistador ubicado al costado de la cámara.
Exteriores: Algún Día, En Algún Lugar fue filmado íntegramente en la ciudad de Charlottesville, en el estado de Virginia, en Estados Unidos, con un equipo de profesionales de cine argentinos que viajaron para el rodaje.
Hay varias locaciones de exteriores que aparecen en el documental, en cuanto a que refieren a paralelismos históricos con la historia actual.
Entre ellas está el túnel ferroviario Blue Ridge, cerca del poblado de Crozet en la zona oeste de Albemarle County, que fue construido por inmigrantes irlandeses en el siglo XIX. Estos inmigrantes tuvieron que abandonar su país durante la peste de la papa en la década de 1840, y viajaron a Estados Unidos, donde fueron esenciales para la construcción de algunos de los programas de infraestructura del siglo XIX (túneles, puentes, edificios, etc.).
Otra locación fue el Memorial a las personas esclavizadas en la Universidad de Virginia en Charlottesville.
Siempre me ha llamado la atención cómo los problemas de los actuales inmigrantes latinoamericanos se parecen a los de las personas afroamericanas esclavizadas en los Estados Unidos hasta el fin de la Guerra Civil.
Los esclavos en las plantaciones tenían que hacer su trabajo, bajar la vista y mantener la boca cerrada. No se les permitía el acceso a la educación, la salud o la libertad de movimientos. Eran esenciales para que funcionara la maquinaria productiva del sistema de plantaciones en Virginia, pero no se les daba ningún derecho.
Éstas son exactamente las condiciones en las cuales deben vivir los actuales inmigrantes, y entrevistamos a una de las creadoras del monumento, la Dra. Andrea Douglas (ella misma, hija de un inmigrante jamaiquino de los Estados Unidos), para tener su perspectiva sobre este tema.
Otra locación fue un viñedo en el norte de Virginia donde entrevistamos al Dr. Kevin Hagopian, profesor de estudios del cine en Penn State University, acerca de “Las Uvas de la Ira” y las similitudes entre la familia Joad y los inmigrantes del presente.